Todavía recuerdo cuando apareció la serie de Televisión Flasforward en la cadena Cuatro, acompañada de una serie de promos a bombo y platillo. Recuerdo haber visto apenas 3 episodios a pedazos, pero su emisión empezó a coincidir con otro porgrama y acabé dejando de prestarle atención.
Simplemente me molesté en buscar información de la serie en internet descubriendo que estaba basada en una novela de Robert J. Sawyer pero que poco tenía que ver con ella, y debido a que ya estaba siguiendo suficientes series y mi disco duro por aquel entonces era reducido, decidí posponerla indefinidamente.
Hace una semana vi unos capítulos de la serie "Camelot" en Antena 3 (serie que ya abordaremos en su momento en el blog) y el actor que interpretaba al personaje de Merlín me era conocido. Tardé toda la duración del episodio en reconocerlo: era el protagonista de la serie Flashforward.
Curiosidades que tiene esta vida, al día siguiente entré en un chiringuito playero en busca de los típicos recuerdos para amigos y familia. Imaginaos cual fue mi sorpresa cuando en un estante de libros de bolsillo encontré un ejemplar de tapas blandas de 9,95€ en cuya portada rezaba: "Flashforward: La Novela en la que se basa la serie de televisión". No sé si fue el destino o mi libre albedrío lo que me hizo entrar en el chiringuito, pero no pude resistirme a comprarla y leermela.
La Novela empieza el 21 de Abril de 2009 cuando dos científicos del CERN, Lloyd Simcoe y Theo Procopides junto a la prometida del primero Michiko Komura, utilizan el acelerador de partículas para intentar obtener una cantidad de energía solo presente segundos después del Big Bang, lo que llaman el Bosón de Higgs. Pero algo sale tremendamente mal, y la humanidad pierde la consciencia masivamente, viéndose su mente transportada 21 años al futuro hasta el 21 de Octubre del año 2030, acontecimiento que denominan Flashforward.
El inicio de la historia engancha al lector y no se hace nada pesada a pesar de los numerosos tecnicismos y palabrejas sobre física cuántica con la que intentan explicar el fenómeno. Las personas deben enfrentarse a sus visiones del día de mañana, unas más alentadoras que otras. Como punto de intriga el escritor introduce personas como el propio Theo Procopides que no obtiene ninguna visión, simplemente un apagón. ¿Quiere decir eso que en menos de 21 años estará muerto?
Los personajes empiezan una carrera contrarreloj para averiguar el motivo del desvanecimiento global, el porqué de sus extraños futuros y evitar que aquellos que no han tenido visión, no mueran en el intento.
¿Destino o Libre Albedrío? Eso es lo que tendrán que dilucidar.
La novela mantiene un clima de misterio y expectación a lo largo de la introducción y el desarrollo de la historia pero empieza a decaer conforme nos acercamos a la fecha del desvanecimiento de 2030, el momento exacto que vio el mundo en el año 2009.
El Desenlace es poco menos que insatisfactorio, ilusorio y alocadamente extravagante. Goza de lo que yo personalmente denomino "El Efecto Tripi". El Efecto Tripi hace referencia a la cantidad de tripis que el escritor debe haber tomado mientras escribía su novela. Por ejemplo citaremos a Stephen King en el desenlace de su novela "IT" donde unos niños de apenas 11 años tienen sexo explícito en grupo en las alcantarillas después de matar a una araña extraterrestre (el mismo Stephen King admitió tomar calmantes después de su accidente de coche). Otro ejemplo revelador lo encontramos en Stephenie Meyer, autora de la saga Crepúsculo. Crepúsculo fue un libro bueno, pero en Luna Nueva empezó a tomar tripis, en Eclipse pareció rehabilitarse y en Amanecer recayó y se tomó el frasco entero. Embarazos adolescentes vampíricos y lobos enamorados de bebés, WTF?¿
El Efecto Tripi aparece en Flashforward en la persona de Lloyd Simcoe y su visión en el segundo Flashforward. ¿Colisón entre galaxias? ¿Inmortalidad? ¿Androides? En fín, lo que pudo ser un gran final se convirtió en una ida de olla. La idea del desvanecimiento, de los flashforwards, es tremendamente original pero creo que su autor, Robert J. Sawyer, escribio un desenlace acelerado con el fin de sorprender a sus lectores. Porque seamos sinceros, sorprender sorprende.
En fin, simplemente esta es mi opinión, pero a pesar de ello os recomiendo encarecidamente que leáis la novela. Es un muy buen ejemplo de ciencia ficción contemporánea que podéis encontrar hoy en día.
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